El enorme aparato, que pesa 230 toneladas, fue ingresado en dos mitades por el techo del edificio para ubicarlo en su búnker de hormigón. Generará protones para un avanzado tipo de radioterapia contra el cáncer
El Centro Argentino de Protonterapia (CeArP) fue protagonista de un hito histórico: comenzó la instalación del ciclotrón que producirá los haces de protones para una avanzada terapia contra el cáncer. Con una gran grúa, el lunes fue izada y ubicada en un búnker de hormigón la mitad inferior del aparato. La tarea continuó este martes con la colocación de la segunda mitad y concluirá con el montaje del techo del recinto blindado que alberga al equipo.
“Este es un hito importantísimo, porque el ciclotrón es la máquina principal del Centro Argentino de Protonterapia –afirmó el ingeniero nuclear Luis Rovere, vicepresidente de la CNEA, quien presenció toda la operación-. En los próximos días también se instalarán los gantries, que son las estructuras a través de las cuales los haces de protones llegan a los pacientes. Estimamos que las primeras pruebas podrían comenzar en el segundo semestre de 2025”.
Ubicado en el barrio de Agronomía, Ciudad de Buenos AIres, frente al Instituto de Oncología Ángel H. Roffo y junto a la Fundación Centro de Diagnóstico Nuclear, el CeArP será el primero de América Latina en ofrecer protonterapia. Se trata de un proyecto conjunto entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Universidad de Buenos Aires y la empresa estatal INVAP.
El ciclotrón modelo C230, del sistema Proteus Plus®, será el corazón de este centro. Se trata de un acelerador circular de partículas que produce haces de protones. Pesa 230 toneladas y va ubicado en un recinto blindado con paredes de hormigón de hasta cuatro metros de ancho. Ingresarlo en este búnker requirió una logística de alta precisión.
La operación fue realizada por especialistas de la empresa belga IBA (Ion Beam Applications), proveedora del equipo. Después de enganchar la mitad inferior a la grúa con enormes cables, su izamiento se hizo con lentitud para poder ubicarla en su posición exacta dentro del búnker. Una tarea similar se realiza este martes con la mitad superior.
Próximamente, en dos salas de tratamiento se instalarán sendos gantries, que son los portales a través de los cuales los haces de protones llegarán con precisión milimétrica hasta los pacientes. Cada uno de ellos pesa 110 toneladas y cuentan con una silla robótica que mueve a la persona hasta ubicarla en la posición necesaria para el tratamiento.
La protonterapia es un tipo de radioterapia con haces externos de radiación. La diferencia con la convencional es que los haces de protones pueden dirigirse con precisión milimétrica y recién liberan su energía máxima en el tumor. Después se frenan. Los efectos secundarios sobre los tejidos sanos se reducen. “Por eso la protonterapia está especialmente indicada para tratar cáncer pediátrico o tumores de difícil acceso”, explicó Rovere.
El protón tiene casi 2.000 veces más masa que el electrón, por lo que resulta muy eficiente para destruir las células tumorales. El ciclotrón produce haces de estas partículas a partir de hidrógeno de máxima pureza, un gas conformado por núcleos de protones unidos a electrones. Al someter al átomo de hidrógeno a una fuente de ionización, pierde el electrón y queda el protón, que es acelerado en el ciclotrón con un campo eléctrico alterno hasta llegar a dos tercios de la velocidad de la luz.
Después los protones llegan a un degradador, para reducir la energía hasta el valor requerido. Finalmente, se usan un colimador, rendijas y electroimanes para obtener un haz de protones con la energía apropiada.
Los haces de protones generados por el ciclotrón que se está instalando llegarán a los pacientes a través de los dos gantries y, además, serán derivados hacia un sector dedicado a investigación y desarrollo, el LAIDEP (Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Protonterapia).
Aparte de protonterapia, el CeArP ofrecerá radioterapia con rayos X de altas energías o fotones con un acelerador lineal Versa HD. También hay instalado un acelerador lineal para radiocirugía CyberKnife®, que tiene un brazo robótico que se mueve en todas las direcciones e irradia mientras visualiza el tumor a través de imágenes radiográficas en tiempo real. El equipamiento del centro se completa con dos equipos de imágenes: un resonador magnético y un tomógrafo de energía dual.