Los televisores se han vuelto cada vez más delgados, potentes y multifuncionales, incluyendo conectividad inalámbrica para la transferencia de contenidos, pero no para la energética, ya que seguimos dependiendo del clásico cable eléctrico para entregarles potencia eléctrica, lo que a veces limita las posibilidades de instalación de las pantallas.
(Xataka)-Sin embargo, esta empresa rusa quiere terminar con este problema para siempre gracias a la incorporación de un sistema de transmisión energética sin cables desde el enchufe de la casa hasta las teles y otros equipos del hogar conectado del futuro.
Se trata de Reasonance, una startup que con motivo del CES 2021 ha mostrado un prototipo de sistema de televisión completamente inalámbrico capaz de entregar la electricidad a la tele por medio de un conjunto receptor-transmisor inalámbrico que se conecta por un lado a un enchufe convencional y por otro a la tele.
Emplea una serie de bobinados y tecnología de resonancia avanzada que utiliza las corrientes de conducción y desplazamiento logrando, según afirman, una mejor eficiencia que la resonancia electromagnética clásica utilizada en los cargadores inalámbricos actuales.
Según comentan sus creadores, la tecnología es capaz de alcanzar una eficiencia del 90% con un coste «asequible» para poder ser integrado en equipos domésticos y con la posibilidad de enviar energía a distancias de 1 metro manteniendo la eficiencia aunque el emisor y el receptor estén desalineados.
En las pruebas mostraron una tele de 40 pulgadas con un receptor situado en su parte trasera, aunque afirman que en el futuro se podría integrar en el marco de la tele, que recibía electricidad desde un emisor colocado en la mesa inferior a una distancia de 50 cm y enviando una potencia de 120 vatios sobre una frecuencia de entre 20 y 120 KHz.
Sin duda un sistema interesante que todavía es solo un prototipo, aunque sus creadores ya han empezado a patentar la tecnología en países como Rusia, EEUU, China, India, Corea y Canadá con la intención de llamar la atención de los fabricantes y en el futuro ampliar su uso potencial más allá de los televisores hasta todo tipo de aparatos eléctricos, incluidos los coches y bicicletas.