La nave espacial de la Nasa OSIRIS-REx entró en contacto con la accidentada superficie rocosa del asteroide Bennu y tomó una muestra que data del nacimiento de nuestro sistema solar para llevar a casa. Si todo sale bien, se estima que estaría de regreso en la Tierra en 2023. 

Después de cuatro años de haberse lanzado, la Nasa confirmó que OSIRIS-Rex, el faraónico nombre con el que fue bautizado, aterrizó este 20 de octubre en la rocosa superficie del asteroide Bennu.

La operación no fue sencilla. Alrededor de la 1:50 pm EDT, según la Nasa, la nave encendió sus propulsores para salir de la órbita alrededor de Bennu con una misión: recoger muestras de rocas que permitirán indagar sobre los orígenes de nuestro sistema solar.

Aquí un video de la operación: https://twitter.com/i/status/1319057406794629121

Poco a poco fue extendiendo el hombro, luego el codo y después la muñeca de su brazo de muestreo de 3,35 metros, mientras atravesaba Bennu hacia la superficie. Después de un descenso de cuatro horas, a una altitud de aproximadamente 125 metros, se inició el proceso de recolección.

«La recolección de muestras está completa y la quema de retroceso se ha ejecutado», agregó la operadora de la misión Lockheed, Estelle Church, segundos después, confirmando que la nave espacial se alejó de la roca espacial después de hacer contacto.

La sonda enviará imágenes de lo que pudo recoger durante toda la semana para que los científicos evalúen cuánto material se recuperó y determinar si la sonda necesitará hacer otro intento de recolección.

Las respuestas ocultas en los asteroides que la Nasa trata de decifrar

La nave despegó desde la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida, el 8 de septiembre de 2016. Llegó a Bennu el 3 de diciembre de 2018 y «comenzó a orbitar el asteroide por primera vez el 31 de diciembre de ese año», según afirmo la Nasa, desde donde comenzó el proceso.

Si se confirma una colección exitosa, OSIRIS-REx, bautizada ingeniosamente con las iniciales de los objetivos de la misión (Origins, Spectral, Interpretation, Resource, Identification, Seucrity-Regolith Explorer), regresará a la Tierra en 2023. Japón es el único otro país que ya lo ha logrado.

«Muchas cosas podrían salir mal porque la nave espacial es del tamaño de una camioneta y el asteroide tiene muchas rocas», dijo Lucy Lim, científica planetaria de la Nasa. Sin embargo, «hemos superado los asombrosos desafíos que este asteroide nos ha lanzado, y la nave espacial parece haber operado sin problemas», agregó Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx de la Universidad de Arizona.

Bennu, ubicado a más de 100 millones de millas de la Tierra y cuyo cuerpo en forma de bellota se formó en los primeros días de nuestro sistema solar, podría contener pistas sobre los orígenes de la vida en la Tierra, aseguran los científicos.

Los asteroides se encuentran entre los restos de la formación del sistema solar hace unos 4.500 millones de años. Los expertos creen que los asteroides y cometas que chocaron contra la Tierra primitiva pueden haber entregado compuestos orgánicos y agua que sembraron el planeta de por vida.

De modo que el análisis a nivel atómico de muestras de Bennu podría proporcionar evidencia clave para respaldar esa hipótesis.

Fuentes: F24/ EFE y Reuters