Qué hay detrás de las amenazas de Trump en relación a la principal vía de conexión marítima entre las dos costas de USA y otros enclaves en el planeta

Recientemente el presidente estadounidense tomó una serie de medidas que buscan recuperar el protagonismo imperial de su país y una de ellas es la de retomar el control irrestricto sobre el Canal de Panamá; para ello envió a su canciller a recordarle al presidente panameño que se podría repetir una invasión como en 1989 si no “colaboraba” con las nuevas políticas de Trump.

Tras la visita del canciller Marco Rubio, el presidente panameño tomó la decisión de abandonar la iniciativa de “La franja y la seda”, afectando la economía panameña del corto y mediano plazo.

Tras ésta decisión se mueven otros intereses y son los geopolíticos relacionados con la economía anglosajona, ya que si bien la actual administración aduce que están en desventaja en relación al país asiático, la realidad nos cuenta lo contrario, ya que los estadounidenses tienen el control del 75% del tránsito de cargas del canal y esto es así debido a que lo utilizan para conectar ambas costas de su país, lo que les resulta más económico que el tránsito terrestre, mientras que China solamente utiliza el 21% del mismo.

Lo que también oculta la administración Trump es la participación de grandes fondos de inversión como Vanguard, BlackRock y otros en la conformación accionaria del holding CK Hutchison, que es el controlante de los puertos que se encuentran al ingreso y a la salida del canal, además de otros 53 puertos en el resto del mundo. Si bien el principal accionista es la familia hongkonesa  que controla la Fundación Li Ka Shing, tenemos que aclarar que Víctor Li Tzar-kuoi, heredero del famoso magnate Li Ka Shing, es una persona formada en Stanford y con fuertes lazos norteamericanos (tiene la doble nacionalidad hongkonesa/canadiense) y es pieza clave en la expansión de CK Hutchison en telecomunicaciones, energía, infraestructura y retail, liderando adquisiciones estratégicas en Europa y Asia, consolidando la empresa como un jugador global. En vista de éste panorama, hay que recordar que el conglomerado de empresas de la familia Trump, también es un fuerte jugador en algunos de estos rubros y por lo tanto tiene interés directo en la debilitación del holding de Hong Kong.

Por otra parte y elevando la mirada del águila anglosajona, nos encontramos con que también está impulsando la idea de controlar el estratégico punto de Palestina y su Franja de Gaza, muy cercana al Canal de Suez y de la conexión histórica de los continentes de Asia, África y Europa, lo cual le daría un enclave en el corazón del mundo comercial, al que habría que sumar el control absoluto que desde 1982 ostentan en el hemisferio sur, administrado desde la Islas Malvinas por la fuerza británica y con acceso a la Antártida, nada más y nada menos. También hay que agregarle la intención de quedarse de alguna forma con el control sobre Groenlandia, que curiosamente, posee una de las riquezas más importantes del planeta a través de sus yacimientos de “tierras raras” junto a Brasil, otro de los territorios en la mira y si no, pregúntenle a Lula.

En resumen, la movida geopolítica anglosajona encabezada por la actual administración trumpista no tiene reparos en avanzar por las buenas o por las malas, en la búsqueda del control total del comercio internacional, dejando en claro que la Tercer Guerra Mundial ya está aquí, no es solamente tecnológica y que esto recién comienza.