Después de varias horas de conversaciones durante la cumbre especial de la Unión Europea en Bruselas, los países del bloque acordaron imponer sanciones contra unas 40 personas en Belarús, a las que responsabiliza de manipular los resultados de las elecciones presidenciales y liderar una ofensiva violenta contra manifestantes de oposición. Lukashenko no está entre los sancionados.
Tras nueve horas de diálogo, los líderes de la Unión Europea llegaron a un consenso e impondrán sanciones contra Belarús, por los hechos ocurridos durante las pasadas elecciones presidenciales y los actos de represión contra opositores que sucedieron los días posteriores a los comicios.
Después de las tensas discusiones, la canciller alemana, Angela Merkel, declaró que el consenso contra Belarús es una “señal importante” a favor de la democracia. «Las sanciones contra los actores en Belarús entrarán en vigor, eso significa que la Unión Europea está actuando contra aquellos que se oponen al movimiento democrático”, agregó.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aclaró, sin embargo, que el presidente Alexander Lukashenko podría ser incluido próximamente, en caso de que el mandatario se niegue a un diálogo con la oposición.
Reino Unido y Canadá ya habían impuesto sanciones a Minsk para demostrar su apoyo a las protestas en favor de la democracia. El estancamiento en la Unión Europea para tomar una postura pronta frente a lo ocurrido tras las elecciones de agosto, que terminaron en la reelección de Lukashenko, minaron la credibilidad del bloque.
Las determinaciones sobre Turquía para evitar el veto al tema Belarús
Los veintisiete lograron desbloquear un veto planteado por Chipre, que insistía en que los socios del bloque tomaran medidas contra Turquía por las actividades de exploración y perforaciones energéticas en aguas en disputa frente a las costas de la isla del Mediterráneo. El bloque acordó entonces una declaración de apoyo a Chipre y a Grecia al respecto, y lanzó una advertencia contra Ankara de continuar los trabajos de perforación submarina.
Los líderes europeos optaron por no escalar el conflicto en el Mediterráneo Oriental que involucra a Chipre, Grecia y Turquía, y mostraron su apoyo a los dos estados miembro del bloque, pero también pidieron “dar oportunidad al diálogo” con Ankara, socio importante de la OTAN y determinante en la contención de los migrantes en tránsito hacia los países europeos.
“Ahora es Turquía la que tiene que demostrar que quiere ir por el camino constructivo con nosotros y esta es nuestra oferta. Pero tenemos muy claro que, en el caso contrario, tenemos todas las herramientas necesarias a nuestra disposición” para «defender sus intereses y los de los Estados miembros», dijo la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.
El contenido íntegro de las sanciones adoptadas por el bloque comunitario contra Belarús, se dará a conocer este viernes.
France24 con AP, Reuters y EFE