La convicción de una figura empresarial de alto perfil no solo envía una fuerte señal al sector de los productos básicos en su conjunto, sino que también demuestra la necesidad vital de que Suiza finalmente remedie las lagunas legales que permiten tales prácticas depredadoras.
(ojopúblico)-Al concluir un juicio que ha seguido muy seguido, el tribunal penal de Ginebra declaró hoy culpable al empresario franco-israelí Beny Steinmetz de soborno a funcionarios públicos extranjeros y falsificación de documentos. Esta convicción de una figura empresarial de alto perfil no solo envía una señal contundente al sector de las materias primas en su conjunto, sino que también demuestra la necesidad vital de que Suiza resuelva finalmente las lagunas legales que permiten tales prácticas predatorias.
En su veredicto, el tribunal declaró que «la colaboración de Steinmetz fue fundamental en el esquema de corrupción». Habiendo refutado el argumento de la defensa de que Beny Steinmetz no había jugado ningún papel en el asunto, el tribunal lo condenó a 5 años de prisión y una cantidad de confiscación de 50 millones de francos suizos por haber arreglado la transferencia de casi 10 millones de dólares en sobornos a Mamadie. Touré, cuarta esposa del fallecido presidente guineano Lansana Conté.
Este pacto corrupto permitió a Beny Steinmetz Group Resources (BSGR) obtener licencias mineras para la mina Simandou, uno de los depósitos de mineral de hierro más grandes del mundo. El abogado de Steinmetz ya ha anunciado que apelará el fallo.
El caso judicial, que Public Eye ha seguido de cerca, ha revelado crudamente el funcionamiento interno de la corrupción internacional, en el contexto de uno de los países más pobres del mundo. Ha ilustrado cómo el uso abusivo de los paraísos fiscales facilita el encubrimiento de actividades ilegales en países donde la gobernanza y las regulaciones son débiles.
Para ocultar sus prácticas corruptas, BSGR utilizó estructuras opacas, creadas desde Ginebra a través de una firma consultora llamada Onyx Financial Advisors.
Su antiguo administrador, que también se encontraba en el banquillo de los acusados, recibió una pena de prisión condicional de 2 años y se le ordenó el pago de una confiscación de 50.000 francos suizos. Otra figura clave típica en estos casos, el intermediario de BSGR en Guinea, un francés que era un vínculo muy especial de Mamadie Touré, ha sido condenado a 3. 5 años de prisión y un monto de decomiso de 5 millones de francos suizos. En un movimiento excepcionalmente raro, los jueces han condenado hoy a tres ‘eslabones’ separados de la cadena de corrupción, hasta la cima.
Public Eye elogia la determinación del tribunal de Ginebra, que se negó a dejarse engañar por los humos, los espejos y las tácticas de evasión del equipo de defensa, por muy hábil que fuera. Este veredicto envía una fuerte señal a toda la industria de las materias primas, un sector que está altamente expuesto a riesgos de corrupción. Sin embargo, el veredicto no debe eclipsar lo difícil que resulta para los fiscales suizos y extranjeros investigar casos tan complejos.
Aunque Suiza no ha servido hoy como un refugio de impunidad, debe tomar las medidas proactivas necesarias para evitar serlo mañana.
Para evitar escándalos como el caso Steinmetz, la legislación suiza sobre blanqueo de capitales debe abarcar los actos vinculados a la creación, gestión y administración de sociedades, fideicomisos y fundaciones, en particular por abogados, y exigir la publicación obligatoria de los datos sobre los beneficiarios reales de empresas en registros de empresas suizos.
Ya es hora de que las autoridades suizas solucionen las lagunas legales que facilitan las prácticas predatorias que perjudican a los pobres en los países ricos en recursos.