La CONAE y el INTA trabajaron en conjunto para el diseño de un sistema que utiliza datos satelitales para monitorear la ocurrencia de heladas en el campo y analizar su impacto en el terreno

Por Matías Alonso 

(TSS)-El servicio está abierto para cualquier usuario y es una herramienta útil para productores y aseguradoras

Se considera que ocurre una helada cuando la temperatura de superficie se mantiene por debajo de los 3 grados celsius. Producto de este fenómeno, algunos cultivos pueden sufrir daños muy importantes, especialmente los que no están adaptados al invierno. Por caso, el último 18 de febrero se dio una helada muy significativa que afectó producciones agrícolas desde Tierra del Fuego hasta Salta, en lo que fue la temperatura más baja para ese mes desde 1961. Un estrés para los cultivos que se suma a las altas temperaturas, también récord, y al el tercer año consecutivo de sequía, algo que solo se había dado en 1950, y a granizadas muy importantes.

El GOES 16 es un satélite geoestacionario, por lo que está siempre apuntando a la misma longitud en la Tierra, que incluye la costa este de Estados Unidos, pero también la Argentina, y por eso sus datos son utilizados por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) para implementar un sistema que permite realizar un seguimiento de las heladas y analizar su impacto. El producto fue realizado a pedido del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Tecnología para hacer cultivos más resistentes y políticas de asistencia a productores afectados son algunos de las alternativas para sortear estas dificultades que enfrentan los productores, que además son un llamado de alerta frente al cambio climático en el planeta.

El satélite GOES 16, de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), fue lanzado en 2016 y ofrece sus datos para que puedan ser utilizados por diferentes usuarios. Tiene dos canales de imágenes en color y 14 canales de diferentes frecuencias del rango infrarrojo que permiten monitorear temperaturas.

El hecho de que sea geoestacionario también implica que el servicio no depende de las pasadas que realice para obtener información, sino que puede tomar imágenes cada una hora, por lo que se pueden apreciar las variaciones de temperaturas en tiempo real.

El sistema, permite conocer la intensidad de la helada, porque no es lo mismo tener una temperatura de 3 grados durante unos minutos que durante varias horas seguidas. La desventaja que tiene este satélite es que, por su órbita geoestacionaria, se encuentra muy lejos de la superficie de la Tierra, a unos 36.000 kilómetros, lo que hace que la resolución de la imagen sea con píxeles de 10 kilómetros cuadrados.

La helada tiene efectos muy diferentes dependiendo de su severidad pero también según en qué etapa de crecimiento del cultivo se produzca. Alejandro Pezzola, del Laboratorio de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica de la Estación Experimental del INTA Hilario Ascasubi, nos dijo: “Podemos ver que la helada tardía en los cereales de invierno depende de parte fenológica del cultivo, es decir, no es lo mismo cuando ya está con el grano completo, lleno o maduro, a cuando está en floración. Los grados de afectación son distintos y por eso este producto que nos está entregando la CONAE nos da esa posibilidad de ver cuándo se inicia y termina el fenómeno”.

La helada en momentos críticos del desarrollo de la planta puede generar pérdidas muy grandes. Por ejemplo, la soja por debajo de los 5 grados de temperatura detiene su crecimiento y el llenado de granos. En Venado Tuerto se ha visto que los 1000 granos, que deberían pesar 170 gramos por catálogo, no han pasado de los 100 gramos luego de las heladas.

Andrés Lighezzolo, responsable del Área de Desarrollos y Soluciones Ambientales de la CONAE, explicó que: “En 2020, el satélite GOES 16 empezó a compartir estos datos y ahí vimos la posibilidad de hacer este producto con la variable LST (temperatura de superficie de la tierra) para inferir la producción de una helada y ver la evolución hora por hora. Este sistema no es para predecir las heladas pero sí permite seguirlas en tiempo real. La importancia de este producto está en poder hacer la cartografía del área de afectación y es un servicio que está abierto, por lo cual cualquiera puede usarlo y no hacemos control de eso. Nos enteramos cuando un usuario nos lo reporta, como lo hace Alejandro. Seguramente los productores y aseguradoras de riesgo serán los principales usuarios”.

Este producto también es un ejemplo de cooperación entre diferentes áreas del Estado para crear una solución que sirve para mejorar la productividad agropecuaria y la toma de decisiones. “Los extensionistas del INTA han ido a los campos con los productores para verificar que los datos que brinda el sistema efectivamente se está dando en el terreno y ha sido así. Se han visto lotes afectados tal como lo mostraba la imagen satelital”, dijo Pezzola.