La CONAE trabaja junto a universidades nacionales y el CONICET en la puna catamarqueña para validar información provista por el radar SAR de la Misión SAOCOM en un cráter originado hace 4200 años. Este producto satelital servirá para monitorear otros volcanes del país y del mundo

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en el ámbito del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, lleva adelante un trabajo conjunto con universidades nacionales y el CONICET para calibrar y validar productos satelitales de la constelación SAOCOM, recientemente completada, que serán aplicados al estudio de la actividad de los volcanes en la Argentina y en otros países.

Los estudios actuales de la CONAE se concentraron en el complejo volcánico del Cerro Blanco, ubicado en el altiplano de la provincia de Catamarca, el cual concentra la atención de la comunidad científica internacional debido a que su caldera, un cráter de 5000 metros de diámetro originado hace 4.200 años, sigue activo y se está hundiendo a razón de un centímetro por año. Un equipo de geólogos y agrimensores, liderado por José G. Viramonte, investigador superior del CONICET y profesor titular plenario de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta, viene realizando mediciones con técnicas GPS de alta precisión e instrumentos gravimétricos instalados en el cráter del volcán desde 2004, con el objetivo de cuantificar la magnitud, la velocidad de la deformación y el hundimiento de la caldera. En la última campaña de verano, se sumaron a este grupo de investigadoras e investigadores los profesionales de la CONAE, para aportar a los estudios del Cerro Blanco información satelital generada con el Radar de Apertura Sintética (SAR) de los satélites SAOCOM, instrumento activo que funciona en la banda L de espectro electromagnético. Esta herramienta permitirá generar un producto de gran precisión para medir las deformaciones del volcán, aplicando dos imágenes satelitales generadas con el radar, para producir mapas que muestran deformaciones del suelo o interferogramas.

Luciano Romaldi, de la Unidad del Equipo de Mediciones In Situ (EMIS) de la CONAE, aportó su experiencia en el desarrollo de la logística de este tipo de campañas y en las mediciones realizadas. “Los productos interferométricos de la Misión SAOCOM, validados con mediciones precisas a campo, servirán para que los geólogos y agrimensores puedan medir deformaciones de los volcanes y lograr monitorearlos con la mayor frecuencia posible, sin la necesidad de viajar obligatoriamente al campo, reduciendo riesgos y costos, y logrando una mayor cobertura temporal de la dinámica de estos fenómenos naturales. Hasta ahora, la única posibilidad que tenían para avanzar con sus investigaciones era viajar hasta el lugar, con múltiples dificultades y riesgos”, dijo Álvaro Soldano, subgerente de Aplicaciones y Productos de Observación de la Tierra de la CONAE. Sucede que el área de estudio está localizada en una remota zona del Departamento de Antofagasta de la Sierra, en la Puna de la provincia de Catamarca, a 4.200 metros sobre el nivel del mar, a la que sólo se puede acceder con vehículos 4×4. Las condiciones meteorológicas del Cerro Blanco también representan una fuerte limitación para el trabajo de los científicos debido a los fuertes vientos, con ráfagas de hasta 370 km/hora (las más intensas medidas en la Argentina) y bajas temperaturas, que hacen que las tareas de campo sólo se puedan realizar durante el verano.

En las mediciones realizadas durante 2021 participaron, además de Viramonte, Ailin Pereyra, becaria CONAE-CONICET en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario, quien está realizando su tesis doctoral en este tema, con datos de los satélites SAOCOM. También colaboraron Juan Manuel Alcácer, del Departamento de Geofísica y Astronomía de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan; y Emilse Bustos, del Instituto Geonorte de la Universidad Nacional de Salta.

Actualmente la CONAE está desarrollando la etapa de calibración y validación de los productos interferométricos de los satélites SAOCOM. “Para contar con la información necesaria para hacerlo, se adquirieron imágenes satelitales SAOCOM y se realizaron mediciones a campo en simultáneo, con equipos de posicionamiento global (GPS) de alta precisión, para ajustar con esta información la calibración de las imágenes y mejorar así la precisión de los mapas de desplazamiento del terreno”, explicó Soldano. Los datos obtenidos están siendo procesados y, hasta ahora, se ajustan a la precisión que se estimaba obtener. Esta tecnología luego se podrá aplicar a cualquier lugar del país o del mundo.