Desde el INTA y el INA destacaron el aporte de la información satelital para mejorar la precisión en la toma de decisiones. Ambos organismos participaron en la identificación de las necesidades de los usuarios y la definición de los productos que genera la Misión SAOCOM. Ahora desarrollan nuevas aplicaciones.
En el marco de la Semana Mundial del Espacio 2020, algunos de los principales usuarios de la tecnología satelital que participaron de las charlas virtuales organizadas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) en el ámbito del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, destacaron la utilidad de las nuevas herramientas disponibles a partir de la constelación SAOCOM, recientemente completada con el lanzamiento del SAOCOM 1B.
Referentes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Instituto Nacional del Agua (INA) se refirieron al desarrollo de aplicaciones generadas con información satelital, provistas por el Radar de Apertura Sintética (SAR), para mejorar el potencial de los cultivos agrícolas y las cuencas hídricas del país, entre otros factores de interés para el sector agropecuario y para la gestión de los recursos ambientales de la Argentina.
Tanto el INTA como el INA participaron en la Misión SAOCOM de la CONAE mediante la identificación de las necesidades de los usuarios y la definición de los productos que actualmente genera la Misión SAOCOM. Ahora se concentran en desarrollar nuevas aplicaciones para avanzar en el uso de estas nuevas tecnologías.
“Los productos SAOCOM responden a los objetivos que la Misión, que son contribuir con el sistema productivo y generar productos de impacto socio económico”,
dijo Laura Frulla, Gerenta de Observación de la Tierra e Investigadora Principal de la Misión SAOCOM.
“Para desarrollar esta Misión reunimos a usuario de distintas disciplinas y escuchamos sus necesidades. Luego elegimos el tipo de instrumento que pudiera satisfacer cada requerimiento”, dijo, y explicó: “Elegimos desarrollar un satélite radar de microondas para independizarnos de las cuestiones meteorológicas porque, en la Argentina, más del 60% de los días está nublado, sobre todo en las provincias del sur del país. Con los satélites SAOCOM podemos obtener información aunque esté nublado y también durante la noche, con lo cual estamos optimizando la utilización del radar SAR”.
Información más precisa para el agro
“El proyecto SAOCOM fue un gran logro de la CONAE y de todo nuestro sistema científico y tecnológico. Demostró que podemos estar en el espacio generando información útil. Ahora es el turno de los que aplicamos la tecnología: la academia y las instituciones de investigación, como el INTA, entre otros. Con los datos que brinda CONAE a través de la constelación SAOCOM, tenemos el desafío de desarrollar mejores aplicaciones para manejar adecuadamente nuestro planeta Tierra, que nos permitan cuidar y mejorar la vida. No cabe duda que los SAOCOM van a ayudar a mejorar el manejo y gestión del recurso agua en los territorios de nuestro país”, dijo Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA.
“El INTA comenzó a utilizar información satelital en la década de 1970 y colaboró con la CONAE, como institución hermana, desde sus inicios, cada vez que lo requería para avanzar en una iniciativa tecnológica”, aseguró Mercuri. Ahora, mediante un convenio de colaboración entre el INTA y la CONAE, la información brindada por la Misión SAOCOM a partir de los mapas de humedad de suelo ayudará a que los productores sepan cuál es el mejor momento para la siembra, fertilización y riego, en cultivos como soja, maíz, trigo y girasol. Asimismo, brindará soporte en relación al uso de productos químicos para el control de enfermedades en cultivos, en particular para la fusariosis en el trigo.
“El seguimiento de la dinámica y la disponibilidad del agua es clave para nuestro sistema de producción, para conocer la evolución de la vegetación y tomar decisiones a escalas regionales o en el mismo lote”, indicó el especialista del INTA, y destacó que, en este sentido, la información satelital cobra valor debido a que dos tercios de la Argentina son áridos o semiáridos, y el otro tercio, hacia el este y noreste del país, está compuesto por zonas húmedas y subhúmedas, también sujetas a una extrema variabilidad climática. “Todos los sistemas de producción de nuestro país son a cielo abierto y dependen del agua, el principal factor limitante y actualmente crítico, en un contexto de sequía”, afirmó.
Mercuri advirtió que gran parte de las tecnologías que hoy se utilizan para la gestión del agua están obsoletas: “Hoy generamos mapas de disponibilidad de agua en el suelo basados en puntos, que son estimaciones, no mediciones detalladas. Por eso tenemos que ir hacia una mayor precisión, para tomar buenas decisiones que permitan aprovechar y poder manejar cada milímetro de agua. Necesitamos nuevas tecnologías”.
“Es clave poder conocer la disponibilidad de agua en el suelo y en la vegetación. Esto nos permite saber cómo estamos utilizando ese recurso, no sólo para los cultivos. También nos permite conocer el riesgo ante incendios y desarrollar aplicaciones complementarias. Hay un gran interés por parte de investigadores del INTA en desarrollar aplicaciones de manejo forestal, con la determinación de áreas y volumen maderable, por ejemplo, además de aplicaciones que permitan conocer el stock de carbono, que genera gases de efecto invernadero. No cabe duda de que los satélites SAOCOM van a brindar información útil en ese sentido, así como mediciones de área sembrada con cereales y oleaginosas, estado de los cultivos y previsiones de cosechas”, concluyó.
Innovación para el manejo hidrológico
“Desde el nacimiento del proyecto SAOCOM, tuvimos un enorme interés porque representa un antes y un después en el manejo del agua”, dijo Juan Borus, representante del INA ante el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), y destacó que el organismo tiene una larga historia de colaboración con la CONAE. En la década de 1990, el Instituto Nacional del Agua creó el área de Sensores Remotos y Sistemas de Información Geográfica (SIG), a instancias de la información satelital provista por la agencia espacial argentina, para mejorar la gestión del Sistema de Alerta Hidrológico de la Cuenca del Plata.
Borus explicó que como desde 1994 las provincias son dueñas de sus recursos naturales, entre ellos el agua, el INA apunta a desarrollar productos apropiados para el seguimiento y el apoyo a la vigilancia local. En este contexto, la información que generan los satélites de observación de la Tierra es fundamental.
“Con los nuevos satélites radar de la CONAE se desarrollaron modelos para hacer aplicaciones muy concretas orientadas a la hidrología operativa. Hoy tenemos herramientas muy significativas para aportar a una escala geográfica más local y favorecer el uso de esta información para el monitoreo de las cuencas en las provincias”.
Durante su disertación, Borus mostró una serie de productos útiles para el monitoreo, el diagnóstico y el pronóstico en las cuencas hídricas, elaborados sobre la base de información provista por los satélites SAOCOM y otros. “La Guía de Crecidas, por ejemplo, es una herramienta para la gestión de inundaciones disponible para que las autoridades locales de defensa civil puedan actuar ante una emergencia”, informó, y se refirió al “mapa de monitoreo de humedad de suelo, de consulta permanente, muy importante para observar cómo avanza el aporte fluvial de cada uno de los grandes ríos de la región, para el apoyo de la vigilancia local en cada uno de los ríos provinciales”.