El plan que se aprobó se basa en una reestructuración institucional que quita funciones y atribuciones a la Dirección Nacional y las deposita en el Consejo Directivo, culminando de ésta forma una intervención sobre el organismo autárquico
Las medidas impulsadas desde el Ejecutivo para el INTA se concretarían a través de la flamante Secretaría de Coordinación Técnica; se avanzaba hacia la reestructuración desde la reunión ordinaria de fines de marzo y pese a que va contra las leyes que rigen el INTA. En lugar de esperar hasta la próxima convocatoria ordinaria –prevista para el 24 de este mes- el lunes último se llamó a una reunión extraordinaria para seguir el tema. Como el resultado no fue conclusivo, la extraordinaria continuó a partir de las 19 del martes, a través de un encuentro virtual. Las características de la reunión potenciaron la preocupación de las y los trabajadores.
El plan con el que se intenta avanzar, es reducir el personal de 6100 a 4500 científicos y técnicos, abrir la puerta a privados y hacer una reestructuración de funciones. En éste sentido, siempre hubo presiones desde el Ministerio de Economía, las cuales fueron cada vez más fuertes y desde ExpoAgro las mismas se acrecentaron notablemente.
La reestructuración se aprobó con los votos a favor de casi la totalidad del Consejo Directivo, a excepción del veterinario Guillermo Bernardes, representante de universidades nacionales, y del ingeniero agrónomo Guillermo Tettamanti, de la Federación Agraria Argentina; en tanto su par Jorge Dutto se ausentó.
Todo esto sucedió casi en paralelo con un ciberataque que afectó al organismo durante ésta jornada, impidiendo el acceso del personal a sus herramientas de trabajo habituales, todo muy planeado.
Fuente: resumenlatinoamericano.org
